jueves, 3 de enero de 2013

HUELGA EN HP

El día 31 vamos a la huelga. Da igual que vivamos en Santa Isabel, en el Actur, en la Romareda o en Valdespartera. Todos debemos sentirnos perjudicados por este traslado, cuyo grave perjuicio en tiempo y dinero NO QUIERE SER COMPENSADO POR HP.
Desde los comités de empresa de HPO y HPCyA hemos puesto encima de la mesa diferentes alternativas. Diferentes propuestas. Sensatas. Cabales. Con días de libre disposición adicionales. Con una compensación económica que palíe situaciones ordinarias o extraordinarias de desplazamiento. Con mejora de licencias... etc. Y hemos mostrado apertura y diálogo para negociar.

La empresa, presentó el pasado 11 de diciembre una propuesta muy adelgazada, muy aminorada, demasiado insuficiente, que da cuatro migajas y no llega a compensar para nada el perjuicio del traslado de centro:

Ahí se queda todo.

Ayer la representante de HP se personó en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) SIN OFRECER FLEXIBILIDAD ALGUNA, SIN PONER NADA NUEVO ENCIMA DE LA MESA, SIN VOLUNTAD ALGUNA DE NEGOCIACIÓN, esperando presenciar si la plantilla RESPONDE A LA CONVOCATORIA DE HUELGA, o se cruza de brazos ante un nuevo "asalto" a nuestros bolsillos y a nuestro tiempo. Ya de por sí muy afectados por los bajos sueldos, congelados desde el año 2009.

¿Qué pasa con esas personas que a partir de enero tendrán que pasarse una hora más de sus vidas yendo al trabajo y otra hora más volviendo?

¿Sabes cuántas horas más perderás de tu vida en el trayecto? ¿A CAMBIO DE NADA?

¿Qué pasa si pierdes el bus? A pagar de tu bolsillo el taxi.

¿Quién te compensa el tiempo que vas a perder y que podrías dedicar a tus hijos, a tu familia, a tu pareja, a tus cosas?

Da igual que vivas en un sitio u otro. Tenemos que ser una piña. Tenemos muchas mejoras sociales pendientes por arreglar en Zaragoza. Y será posible solucionarlas demostrando que JUNTOS PODEMOS.

Día 31 de diciembre HUELGA EN ZARAGOZA.

NUEVA HUELGA EN PARADORES NACIONALES


4600 trabajadores y trabajadoras de Paradores Nacionales vuelven a estar convocados para
este 31 de Diciembre y 1 de Enero a una huelga en defensa tanto de sus condiciones y puestos
de trabajo, como de la titularidad pública de un sector histórico del turismo estatal.

Resulta deleznable que se esté usando como argumento para la supuesta inviabilidad
del sector, “la gran cantidad de liberados sindicales existentes”, cuando comprobando
el organigrama directivo de Paradores Nacionales (y sus jugosos sueldos) vemos que sus
principales dirigentes son familiares, amigos, “padrinos” o conmilitones de insignes dirigente
del PP como Rodrigo Rato, Cristóbal Montoro, José Manuel Soria, o el ex-diputado del PP por
Navarra Santiago Cervera, recientemente dimitido al haber sido imputado por un caso de
delito de chantaje al presidente de Caja Navarra.

Sin embargo, el principal problema que aqueja a la plantilla de Paradores Nacionales es el
indisimulado objetivo por parte del actual gobierno de seguir liquidando el patrimonio público.
La estrategia es siempre la misma: descapitalizar (en definitiva, provocar la quiebra) con el fin
de justificar argumentalmente la necesidad de que pase a manos privadas a precio de saldo
para que los posteriores beneficios reviertan exclusivamente en bolsillos particulares con
quienes, por cierto, ya está habiendo reuniones para concretar la “entrega en bandeja” del
sector.

Paradores Nacionales no es sino otro ejemplo de plan trazado por la Unión Europea y la
famosa troika que, con la excusa de la crisis, han trazado una hoja de ruta tendente a liquidar
el ya raquítico sector público. Por eso, resulta mezquina la actitud de una “oposición” que
ahora se rasga las vestiduras por el futuro de miles de trabajadores y trabajadoras cuando a
diario cacarea sobre las supuestas bondades de la UE. Porque, sencillamente, resulta hipócrita
clamar contra las consecuencias de algo cuando se ha sido, y se es, responsable de las causas
que las generan.

Mal harían las organizaciones sindicales si aceptasen la oferta de miseria que la dirección de
Paradores les ofrece, pues siempre es lo mismo: discutir sobre la cantidad y profundidad de
derechos que las plantillas van a perder, asumiendo nuevas condiciones más precarias que,
a buen seguro y antes pronto que tarde, servirán de techo sobre las que volver a “negociar”
futuros recortes.